Santificarás los blogs
No me acuerdo cuándo fue la última vez que pronuncié un padrenuestro y no estoy seguro de saber cómo se reza un rosario, aunque hace una semana me regalaron uno bendito y a partir de entonces lo llevo abrazándome desde el cuello.
Piazza San Pietro es el Woodstock de creyentes y curiosos: banderas, souvenirs, agite, filas eternas y controles en las puertas. Monjas contra las vallas. Griteríos en todos los idiomas.
Españoles e italianos me abren paso reconociendo mi nacionalidad, como si la argentinidad me hiciera estar más cerca de algún Dios.
Cuando lo veo acercarse, mil cosas me pasan por la cabeza, tengo que elegir sólo una. Que Macri es un perverso, que me fui de Argentina porque no hay laburo.
Qué le voy a decir yo que no sepa. Que Bergoglio, que las complicidades de la Iglesia durante dos mil años. No hay actitud crítica posible. Estoy solo en Roma y en frente mío está el Papa argentino.