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Viajar te hace más libre, más rico emocionalmente. Visité 39 países, en algunos viví muchos meses, incluso años: ARGENTINA | Alemania | Armenia | Austria | Bolivia | Bélgica | Brasil | Bulgaria | Canadá | Catar | Chile (+ Isla de Pascua) | Colombia | Cuba | Egipto | Emiratos Árabes Unidos | España | Estados Unidos | Francia | Grecia | Hong Kong | Hungría | Italia | Malta | Marruecos | México | Nigeria | Países Bajos | Panamá | Perú | Polonia | Portugal | Reino Unido | República Checa | Rusia | Suiza | Tailandia | Turquía | Uruguay | Vaticano.

La agencia Todo para el Regreso se fundió por falta de
clientes. En un último esfuerzo, sus dueños ofrecieron
servicios económicos. Eran retornos fingidos, vueltas
sin ida, reencuentros sin ausencia. El interesado podía
simular un viaje al África. La empresa se encargaba del
recibimiento, los abrazos y las lágrimas. El éxito fue nu-
lo. Por esos días, Manuel Mandeb escribió su oscuro en-
sayo Nunca se vuelve. Leamos algunos párrafos:
“No es posible regresar a ninguna parte. Los puntos
de partida no se quedan quietos y a la vuelta ya no están.
Para poder volver se necesita, por empezar, un punto de
partida eterno e inmutable. Pero todo se mueve y no hay
forma de detener el universo. Créanme si les digo que
nadie ha efectuado nunca jamás un verdadero regreso.
El hombre que lo consiga cumplirá la hazaña más gran-
de de la historia”.
La idea de no bañarse dos veces en el mismo río no
constituye ninguna novedad filosófica. Pero adviértase
que Mandeb deseaba en verdad volver a bañarse. Ésa fue
su mayor obsesión y siempre lamentó amargamente no
poder remontar los tiempos.

Crónicas del Ángel Gris – Alejandro Dolina